Para explicar y entender esta ruta, es necesario que te traslades mentalmente al siglo IX. En esa época Altomedieval, en la cornisa Cantábrica se encontraban los cristianos y en la parte castellana los musulmanes. Debido a la debilidad del Emirato de Córdoba en aquel momento, los musulmanes sufren varios ataques y se van replegando hacia el sur, quedando una franja despoblada al norte de la meseta. Algunos documentos datan en el año 814 cuando gentes del norte, atraviesan la cordillera Cantábrica para repoblar esas tierras deshabitadas. Mediante ciertos beneficios, la actual Castilla se convierte en una tierra de oportunidades para muchos. Ese movimiento de repoblación se iniciará en varias partes del norte peninsular.

En el caso de la comarca Saja Nansa, su punto de partida será Mazcuerras y  Cabezón de la Sal, y recorrerá todo el valle del Saja. Es lo que se conoce como Ruta de los Foramontanos.

El recorrido va hasta Brañosera (Palencia). En un documento que data del año 824, el conde Munio Núñez otorga a Braña Osaria la Carta Puebla o Fuero de Brasoñera. El documento tiene como fin organizar la repoblación reconociendo a los colonos derechos sobre las tierras. En él hace referencia “al camino por el que discurrían asturianos y cabuérnigos”.

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